Ciudad Universitaria. CDMX. 14 de junio de 2024.- El 2025 será el año de la ciencia cuántica en todo el mundo después de que este 7 de junio la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lo proclamara como el Año Internacional de la Ciencia y la Tecnología Cuántica (IYQ, por sus siglas en inglés). Esta  iniciativa tiene como objetivos generar conciencia pública sobre la importancia de esta área, además de inspirar a la niñez y juventud para que sean la próxima generación de pioneros cuánticos. La declaración es el resultado de  más de tres años de gestiones encabezadas por la diplomacia mexicana y por la comunidad científica internacional, liderada por la física Ana María Cetto Kramis. 

El 2025 fue elegido para esta celebración ya que reconoce 100 años desde el desarrollo inicial de la mecánica cuántica. Y es que aunque para muchos esta ciencia parece un concepto de vanguardia, sus raíces están en los inicios del siglo XX, con los trabajos de Max Planck y Albert Einstein. Se considera el nacimiento formal de la mecánica cuántica hace 100 años gracias a los trabajos de Werner Heisenberg seguidos de los de Erwin Schrödinger y un grupo de científicos teóricos y experimentales, la mayoría de ellos de los países de Europa central.

La propuesta de este Año Internacional fue presentada por México ante el 216º Consejo Ejecutivo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en representación de 59 países de todo el mundo, recibiendo un apoyo total y, el 19 de mayo de 2023, el Consejo Ejecutivo de dicho organismo decidió respaldar la iniciativa. 

“Esta gestión empezó desde el 2021, casi tres años trabajamos en esto y comenzó con el interés de 30 sociedades científicas de física de diferentes países, que se expresaron frente a la Unión Internacional de Física Pura y Aplicada (IUPAP) y este organismo decidió en su asamblea manifestar su apoyo. Esta decisión se dio en octubre de 2021 y con ello comenzó toda la actividad a nivel de comunidades de física tanto nacionales, internacionales y regionales, para llevar la iniciativa a la UNESCO y de ahí a las Naciones Unidas. Cuando llegó a la UNESCO afortunadamente cayó en manos de la delegación de México ante este organismo”, explicó Ana María Cetto. 

Para el doctor Ismael Madrigal, quien forma parte de la Delegación Permanente de México ante la UNESCO, la doctora Ana María Cetto es “muy modesta” al hablar del papel que jugó en esta declaración. En entrevista desde París, Francia, explica:

“Llevar una iniciativa científica a un foro intergubernamental es muy complejo y la doctora conoce muy bien el camino, por eso ha llegado a la UNESCO. Recuerdo perfectamente cuando nos visitó en febrero de 2022 con esta idea, se entrevistó con el Representante Permanente de México ante la UNESCO, el embajador Juan José Bremer y en ese momento se decidió que íbamos a iniciar los trabajos para presentar la iniciativa en septiembre de 2022. Ahí iniciamos con la doctora y con Cancillería la preparación para buscar esta declaración. Continuamos hasta abril de 2023, con una serie de gestiones del embajador Bremer como representante de México ante la UNESCO, buscando apoyos para presentar la propuesta que fue hecha en el marco del Consejo Ejecutivo de la UNESCO en su sesión de primavera en 2023”.  

El siguiente paso fue en la Conferencia General de la UNESCO de ese mismo año, en donde los países volvieron a apoyar la propuesta de manera rotunda y fue la Conferencia General quien solicitó a la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, hacer todos los esfuerzos para que la Asamblea General de las Naciones Unidas pudiera declarar este Año Internacional. “Y finalmente fue en Nueva York en donde la doctora Ana María Cetto, hizo una gran labor de seguimiento”. 

Para Ana María Cetto, quien es investigadora del Instituto de Física (IF-UNAM) y profesora de la Facultad de Ciencias (FC-UNAM), el año 2025 es una gran oportunidad para que se involucre mucha gente de todos los sectores a las celebraciones y actividades. 

“Se espera que sucedan muchas cosas. Tenemos la buena experiencia del Año Internacional de la Luz, en donde hubo una participación amplísima de la sociedad, hubo miles de actividades, desde congresos, conferencias especializadas, de divulgación, etcétera. Lo que quisiéramos que se lograra con este año es que la población en general tome conciencia de la importancia para nuestras vidas de lo que ha significado la mecánica cuántica y la teoría cuántica en general, y todos los desarrollos, aplicaciones y tecnologías derivadas de ella, de lo cual la población no es consciente hoy en día. Estamos usando muchos aparatos, técnicas e instrumentos, que están basados en estos 100 años de avances de ciencia cuántica sin ser conscientes de ello”. 

Considera que también es importante que se adopte y promueva esta iniciativa desde el sistema educativo, porque el desarrollo científico moderno debe competer a todos los países, no sólo a unos cuantos. Y que también llegue a otros sectores como el industrial y empresarial, los cuales tienen que participar en el desarrollo tecnológico basado en la ciencia moderna, en particular en la mecánica cuántica.  

“La parte educativa es muy relevante porque la física cuántica me suena como algo muy alejado, inclusive a veces un poco misterioso. Yo tengo formación de bioquímico, por lo que creo que es muy importante que las personas que no somos de esa rama, que son del público en general, en especial, niños y niñas, estén conscientes de que la física cuántica tiene mucho peso en nuestra vida diaria. Y no solamente nos va a ayudar a resolver problemas en el futuro, ya sean del tipo del medio ambiente, avances en medicina, y sumado a eso, dentro del contexto global, también que los diferentes países, independientemente de su grado de desarrollo, tengan acceso a estos beneficios. Es importante reducir la brecha científica”, afirma Ismael Madrigal. 

De acuerdo a Ana María Cetto y la experiencia con la conmemoración del Año Internacional de la Luz en la que se organizaron nodos en cada país, para este 2025 pretenden generar estos nodos en los que estarán representadas las instituciones, pero los cuales no serán restrictivos para la organización de las actividades, sino que cumplirán una función coordinadora y de enlace. 

“Me da gusto saber que en la Facultad de Ciencias ya se están organizando. Eso va a ser un nodo local. Ya me puse en contacto con el presidente de la Sociedad Mexicana de Física y nos vamos a reunir la próxima semana para acordar la mejor forma de organizar este nodo México para lograr una representación muy amplia y diversa desde el punto de vista institucional, geográfico, de manera que toda la gente se sienta invitada a participar organizando actividades, coordinándose con otras instancias que no tienen que ser solamente de la física o de la física cuántica, sino de muchas otras”.  

Expresa que se trata también de que participen en estas actividades los filósofos, artistas, científicos de otras áreas y gente del sistema productivo, empresarial y educativo. 

“Contamos con tiempo porque tenemos la segunda mitad de este año para comenzar a prepararnos y estar listos para que arranque; seguramente iniciará con una inauguración en enero, ya sea en la sede de la UNESCO o en algún otro lugar que se proponga para este lanzamiento internacional. Nosotros participaremos en actividades regionales e internacionales, no solamente a nivel de país”, explica la investigadora. 

Justamente, explican que en el marco internacional la Asamblea General de Naciones Unidas pidió a la UNESCO que fuera coordinadora de este evento, tal como lo hizo con el Año Internacional de la Luz, por lo que el organismo tendrá un papel importante dentro de esa macro coordinación.

“Es importante que haya una coordinación bien aceitada a nivel internacional, porque hemos estado trabajando como un Comité Ejecutivo promotor desde un principio, un grupo muy pequeño donde está representada la American Physical Society, que proporciona recursos. Somos un pequeño grupo de colegas que formamos parte de este comité, pero ya hemos invitado a un grupo más amplio de representantes de la comunidad científica a formar parte del comité promotor, y ahí está también la presidenta de la Federación Iberoamericana de Sociedades de Física y el actual presidente de la Sociedad Mexicana de Física, es decir, que estamos bien representados y vamos a poder coordinarnos a esos niveles:  internacional, regional, nacional y local”, expresó la multipremiada científica.

Para los doctores Cetto y Madrigal, la historia de la física cuántica es un testimonio del progreso de la mente humana en desentrañar los misterios del universo, desde el trabajo pionero de Planck y Einstein hasta las ideas revolucionarias de Bohr, de Broglie, Heisenberg y Schrödinger.

En un artículo publicado al respecto del Año Internacional firmado por ambos (disponible en: https://urlr.me/2WLKG), explican que la  mecánica cuántica moderna ha transformado nuestra comprensión de la naturaleza en su nivel más fundamental, como los átomos y las partículas subatómicas. “Gracias a la ciencia cuántica, ahora entendemos por qué brilla el Sol, cómo funcionan los imanes, cómo los átomos forman enlaces químicos y cómo se formó el patrón de las galaxias en el universo”. 

La mecánica cuántica ha ayudado a entender mejor el comportamiento de la materia y la energía a escalas atómicas y subatómicas, y sus bases han sido fundamentales para algunos de los desarrollos tecnológicos más importantes de nuestra era como los transistores y microcircuitos que son la base de la electrónica, los láseres y los relojes atómicos que han permitido las telecomunicaciones globales, los diodos emisores de luz conocidos por el acrónimo LED, que han creado una revolución en la iluminación, y muchos otros.

La física cuántica, afirman los especialistas,  ha evolucionado hasta convertirse en nuestros días en una de las principales disciplinas transversales del siglo XXI, al sustentar una amplia variedad de ámbitos científicos y tecnológicos que abarcan desde la física misma y la química hasta la ciencia de los materiales, la biología, la ciencia de la información, entre otros. 

Las aplicaciones industriales basadas en la ciencia y la tecnología cuánticas han venido creciendo de forma continua, convirtiéndose en importantes motores económicos. De cara al futuro, están llamadas a tener un papel clave en la transformación del análisis del medio ambiente, la elaboración de nuevos materiales, medicamentos, baterías mejoradas y células solares más eficientes, las comunicaciones seguras y la capacidad de las computadoras cuánticas para modelizar con mayor exactitud sistemas físicos complejos como el clima y las condiciones meteorológicas extremas.

Por todo ello, consideran que es esencial concientizar a los responsables políticos y la ciudadanía sobre la importancia de esta ciencia e inspirar a los jóvenes para que sean la próxima generación de pioneros cuánticos que ven más allá de las superficies y pantallas que los rodean y usen la ciencia cuántica para marcar una diferencia positiva en sus comunidades y la sociedad.

“De cara al futuro, la ciencia y la tecnología cuánticas serán posiblemente el campo interdisciplinario más importante del siglo XXI. Está en marcha una segunda revolución cuántica, y sus aplicaciones en las próximas décadas traerán avances transformadores en la detección ambiental, el desarrollo de nuevos materiales y medicamentos, baterías mejoradas y células solares más eficientes, comunicaciones altamente seguras y la capacidad de las computadoras cuánticas. modelar sistemas físicos complejos con mayor exactitud y precisión, lo cual es esencial para comprender el clima y el tiempo extremo”. 

En el caso del desarrollo de esta área en México, Ana María Cetto considera que hay un campo muy amplio tanto en la UNAM como en diversas  universidades estatales y centros públicos de investigación. “Hay mucho desarrollo pero nos quedamos cortos, si uno ve lo que está pasando a nivel internacional tenemos que ponernos las pilas y espero que este año internacional sirva para eso, para crear conciencia también a nivel político de toma de decisión sobre la necesidad de invertir en la ciencia y la tecnología modernas, en particular en las que tienen que ver con la cuántica y que también el sector productivo y el industrial se den cuenta que no se pueden quedar atrás” .  

El doctor Ismael Madrigal concluye: “El mundo va muy rápido y es muy  importante seguir su ritmo fortaleciendo nuestra capacidades científicas en particular las relacionadas con la cuántica. Tenemos una ciencia mexicana capaz de producir y exportar conocimiento y este año internacional nos va a permitir mostrarlo  al mundo”.