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Egresados de la licenciatura en Manejo Sustentable de Zonas Costeras compartieron el camino para lograr una exitosa carrera profesional

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Egresados de la licenciatura en Manejo Sustentable de Zonas Costeras compartieron el camino para lograr una exitosa carrera profesional

por Susana Paz

Sisal, Yucatán. 27 de junio de 2024.- Como parte de las celebraciones de los 20 años de la fundación de la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación unidad Sisal (UMDI - Sisal) el miércoles 26 de junio se realizó un conversatorio con cuatro egresados de la licenciatura de Manejo Sustentable de Zonas Costeras, quienes hablaron de las herramientas, ventajas, desafíos y oportunidades que su formación les ha otorgado para lograr caminos profesionales exitosos. 

Brenda Garzón Olvera, Misha Rodriguez Ábrego, Baruch Aguilar Mena y Erick Barrera Falcón compartieron en la mesa titulada “Manejadores sustentables de zonas costeras” sus experiencias como profesionistas tanto en empresas privadas, organizaciones de la sociedad civil, gobierno y academia. 

Misha Rodríguez Ábrego, quien egresó de la octava generación, actualmente cursa la maestría en Ciencias de la Sustentabilidad y se desempeña como subgerente en el Fondo Nacional de Fomento al Turismo donde coordina proyectos de desarrollo turístico y ambiental. Dirige equipos multidisciplinarios en la regularización de zonas de playa y colabora en la planificación turística comunitaria para proyectos asociados al Tren Maya e Interoceánico. Además de participar en la recuperación de Acapulco tras el huracán Otis, colaborando con la entidad gubernamental y organizaciones de la sociedad civil. 

“Mi experiencia ha sido muy padre porque este es mi primer trabajo y he tenido la fortuna de explorar muchas de las herramientas que aprendí durante la licenciatura, pero de verdad muchísimas. Desde hacer una manifestación de impacto ambiental, análisis estadístico, ver temas de áreas naturales protegidas, aplicar encuestas. En el primer momento en el que destaqué fue cuando tenían que hacer un censo y yo era esa “ambiental” que sabía cosas de análisis cualitativo, entonces ahí empecé a destacar”. 

Explicó que ahora está en otros proyectos donde tiene la fortuna de coordinar un equipo. En Acapulco está trabajando el tema de análisis espacial y haciendo mesas de trabajo con restauranteros, hoteleros. 

“Lo multidisciplinario he tenido la fortuna de experimentarlo, de ser parte y coordinarlo. Tengo arquitectos, economistas, y biólogos, y hay que ponernos de acuerdo para tomar decisiones sobre un espacio y una problemática común (...) A veces platicando con mis compañeros me dicen, es que tú estudiaste una carrera bien rara, te costó entonces encontrar trabajo. Y puedo decir que al principio sí, pero si no hubiera estudiado esta carrera bien rara, no sabría todas estas herramientas que me están sirviendo para tomar decisiones con respecto a una problemática. Por eso ha sido un gozo para mí experimentar todo lo que aprendí en el aula”. 

Para Misha, algo en lo que se podría reforzar en cuanto a la formación es tomar aspectos de política pública, legislación y burocracia del gobierno. Además de aspectos de programación y uso de los drones. 

Brenda Garzón Olvera actualmente es analista de emergencias del Departamento de Seguridad, Salud y Manejo de Emergencias de la empresa TC Energy, perteneciente a la industria de gas y petróleo en donde desarrolla protocolos de respuesta a emergencias en tierra y aguas profundas, implementa simulacros en colaboración con los cuerpos de emergencia locales y la Marina Armada de México, como parte de los entrenamientos del personal operativo en las regiones centro, norte y este del país.  

Su inicio dentro de la industria del petróleo inició en el Consorcio de Investigación del Golfo de México (Cigom), en Ensenada, Baja California en medio de la pandemia. Trabajó también  en granjas de acuacultura, cultivos de algas y de caballitos de mar. 

En el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California (CICESE) fue contratada para trabajar en un mega proyecto diseñado a partir de un desastre natural, un derrame que generó consecuencias medioambientales severas y la solución para poder atender de manera oportuna era generar un proyecto multidisciplinario donde se pudieran atender desde diferentes áreas, desde lo social ambiental, monitoreo y seguimiento de la mancha de la pluma del derrame. 

“Una parte de esos compromisos era generar un protocolo de respuestas de emergencias para un derrame petrolero, yo no tenía ningún conocimiento en la industria, ni de ingeniería, pero mi tutor me dijo, entiendes sobre boyas, sistemas geográficos, de comunidades, de pesca. Si tienes la capacidad de sostener un documento, incluyendo el tema de legislaciones, adelante, te contratamos mientras entras a tu maestría; tienes que gestionar 80 investigadores, tienes que hacer un manejo, tienes que ser gestora. Y yo estaba segura que estaba preparada para ser gestora, porque eso lo aprendí aquí”. 

Brenda afirma que así comenzó su “aventura” en la industria del petróleo, la cual ha sido retadora pero también gratificante. 

“Ha sido muy interesante el manejo que se tiene en esta área. Son muy valiosas todas estas ideas y se tienen que llevar a generar mega proyectos donde estas líneas de investigación tengan esta integración, esta articulación. Eres un prestador de servicios, eres un manejador, las soluciones las van a dar la ciencia, los investigadores, por eso fue muy valiosa mi formación”. 

Para Brenda si bien hay numerosas habilidades que adquirió en la licenciatura, también recomendaría una revisión al plan de estudios para puntualizar temas como técnicas de seguridad industrial y emergencias. Además recomienda  a los estudiantes mejorar su inglés durante toda la carrera, porque será necesario cuando salgan al mercado laboral. 

Erick Barrera Falcón, quien formó parte de la tercera generación y tiene maestría y doctorado en Ciencias del Mar y Limnología, se ha dedicado al área de estudio e investigación de los ecosistemas marinos y costeros los cuales han jugado un papel clave en la integración de tecnologías aeroespaciales. 

Ha utilizado la percepción remota, fotometría digital y sistemas de información fotográfica para analizar y comprender mejor estos entornos contribuyendo a su conservación. Actualmente es profesor de asignatura en la Escuela Nacional de Estudios Superiores de Mérida, UNAM (ENES - Mérida) y colabora con distintos grupos de investigación. 

“El contexto era distinto, lo que creo que faltó fue la infraestructura, en aquellos años, era incipiente, yo venía de una FES, entonces la infraestructura cambia; sin embargo, la perspectiva es muy distinta, a mí me ayudó que especialistas de distintas áreas, justamente cuando tratábamos de resolver algo, te tomaban en cuenta, no solamente desde una perspectiva (...) Las ventajas de nuestra formación son las distintas perspectivas, el pilar de la licenciatura fue la integración, el debate; en todas las clases que nos dieron tratamos de hacer esta integración con colegas”. 

Baruch Aguilar Mena, de la onceava generación, colabora con el Laboratorio de Evaluación y Manejo de Pesquerías de la UMDI-Sisal. Ha adquirido experiencia en diversos proyectos de investigación como observador especializado, técnico de campo y laboratorio, y ha recibido capacitación en cultura organizacional, estrategias de financiamiento para proyectos sociales, herramientas pedagógicas  y el trabajo en comunidades. 

Es líder de una organización llamada Reciclando Dunas, que se dedica a la restauración y conservación de dunas costeras, una iniciativa que surgió en una clase con sus compañeros de la licenciatura. Actualmente coordina el proyecto de conservación y restauración de dunas costeras con enfoque socio ambiental financiado por el programa de pequeñas donaciones del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). 

“Se me vino a la mente el primer semestre, una práctica de campo en Campeche. Todo el semestre preparándonos, haciendo la encuesta. Veníamos de la Ciudad de México, no teníamos contexto peninsular para nada, ni idea del trabajo en comunidad, cada equipo tenía su tarea que tenía que ver con la dinámica social de la comunidad. Esa experiencia fue muy retadora. Y creo que en esa salida aprendí qué es el trabajo en equipo, el colaborar con los compañeros, íbamos tocando puertas. Desde ese entonces se empiezan a desarrollar habilidades sociales para saberse comunicar con la gente. Eso fue un golpe de primera de la realidad. Desde ahí vi una perspectiva de lo que iba a hacer la carrera, estoy agradecido por esa salida que aprendí mucho”.