por Susana Paz
Ciudad Universitaria. CDMX. 20 de febrero de 2023.- En una búsqueda por enfrentar los desafíos que implica para los estudiantes el regreso a clases presenciales después del periodo de pandemia, es que surge el curso Pensamiento crítico para las ciencias biológicas el cual pretende ser una alternativa para recuperar el gusto por el aprendizaje y la enseñanza.
Se trata de una materia nueva en la Facultad de Ciencias que fue creada y es impartida por los biólogos Natalia Ivalú Cacho González, investigadora en el Instituto de Biología de la UNAM, en conjunto con Víctor Hugo Anaya Muñoz, profesor de tiempo completo en la Escuela de Estudios Superiores, Unidad Morelia.
“La idea surgió en una charla sobre cómo sentimos a los alumnos, las dinámicas, el ambiente académico y pensamos que sería una aportación y un experimento interesante abrir un curso que fuera sobre dotar de herramientas para el pensamiento crítico para las ciencias biológicas. Armamos un plan de estudios y el curso ha tenido buena aceptación a cupo lleno”, expresó Natalia Ivalú Cacho.
La iniciativa fue resultado de una observación empírica de lo que, como profesores, están viendo con sus estudiantes y fueron ellos mismos los que justamente les comunicaron que llegan de la pandemia y sienten que el aprovechamiento no fue el que hubieran querido o al que estaban acostumbrados, además de que muchos experimentan ansiedad y diversas dificultades a su regreso.
“Sienten que tomaron materias pero no aprendieron igual, algunos no las pudieron cursar. Creo que hay un rezago muy fuerte y esto no es solo en nuestro país, ni de nuestra universidad, es una situación mundial. Esta iniciativa surgió para enfrentar esto, pero no es un esfuerzo aislado, han surgido en otros lados, en Biología hay dos cursos más. Durante las semanas antes de comenzar el semestre hubo un experimento similar para dotar a los estudiantes con estas alternativas que son solo por el gusto de aprender, no solo como iniciativas curriculares”, afirmó la investigadora.
Para Víctor Hugo Anaya, quien también forma parte de la Coordinación para la Igualdad de Género en Ciudad Universitaria, el curso busca brindar una serie de herramientas de pensamiento crítico para el análisis de la información desde diferentes puntos de vista, desde entender cómo pensamos, cómo percibimos y cómo entendemos para poder analizar información biológica, es decir, aterrizar a los conocimientos e investigación biológica, y más concretamente aplicado a la teoría evolutiva.
Se trata de una materia optativa bajo una modalidad que es Temas selectos de biología y está abierta a estudiantes de cualquier semestre. Se imparte todos los martes y viernes de 7:30 a 10:30 am. Con el plan de trabajo se pretende dotar a los estudiantes de herramientas que les permitan utilizar la información de manera crítica y evaluar evidencia de manera lógica y racional en el contexto de las ciencias biológicas. Se tratan aspectos generales que se aplican a la vida en general, no solo en la biología, y que se practican sobre aspectos biológicos.
El temario consiste, de manera general, en una primera parte en la que se abordan definiciones sobre el pensamiento crítico, cómo pensamos y cómo evaluamos información. Una parte sobre tipos de información y reflexionar sobre la información que recibimos, asimismo, cómo todo eso influye a la hora de hacer evaluaciones y juicios.
Hay una intersección con la filosofía de la ciencia y otra parte importante tiene que ver con pensamiento matemático, lógica, conjuntos, probabilidad y estadística.
Se cierra el curso con ejemplos más prácticos sobre cómo ampliar todas estas herramientas para evaluar escenarios biológicos, en particular en relación a aspectos evolución y filogenia, adaptación, ecología, selección natural, marcadores moleculares, y temas relacionados con la relación de la biología y la matemática.
“El curso no aporta muchos nuevos conocimientos, sino de lo que se trata es de cómo usar lo que ya tenemos aunado a herramientas y reglas que son sencillas, para evaluarlo críticamente y hacer ciencia. Muchos estudiantes, casi la mayoría, llevan más de 20 años en la escuela, pero hay que saber analizar, y tomar conciencia de cómo percibimos y recibimos la información”, afirma Natalia Ivalú Cacho.
Para la profesora de la FC, se trata de tener una experiencia académica no tanto desde el punto de vista enciclopédico, del profesor que dicta unos materiales, conocimientos que hay que absorber, y luego serán examinados.
“Es todo lo contrario, hay mucho conocimiento, ya tenemos mucho conocimiento, ¿cómo pensamos, cómo evaluamos críticamente, cómo distinguimos evidencia de opiniones, de creencias? Y esto es una parte fundamental del papel del científico, y en particular del biólogo, evaluar evidencia, contrastar argumentos”, expresa la investigadora.
Para la profesora Natalia Ivalú Cacho, quien es egresada de la FC, doctora en biología con especialidad en botánica en la Universidad de Wisconsin, en Madison, con dos posdoctorados en la Universidad de California, en Davis, y cuya especialidad es la sistematica y ecologia evolutiva de plantas, el curso es una iniciativa que es resultado de la comunidad de la Facultad.
“Ha sido un trabajo que ha sido posible gracias a la colaboración de muchas áreas. Involucró a la Unidad de Enseñanza de Biología y toda la infraestructura colegiada quienes han tenido la apertura de recibir y evaluar el contenido de una nueva materia, y eso ha hecho posible que estemos dando este curso”.
A su consideración, estamos en una situación en la que hay que fomentar y nutrir todas las iniciativas que van surgiendo desde varios lados de la Facultad. Sobre todo, el generar y recobrar un ambiente con gusto por la enseñanza, el conocimiento y el aprendizaje.
“Ante la situación que todos percibimos de rezago, en la que se percibe ansiedad y apatía, el buscar la forma de reactivar aquello por lo que estamos aquí, que es aprender y enseñar, y que sigamos buscando, nutriendo iniciativas que se dan por todos lados, unas de forma espontánea y extracurricular, otras de forma más estructurada, todo esto contribuye para recuperar y reforzar lo que siempre hemos estado haciendo aquí: enseñar y aprender con gusto y pasión”, expresó la investigadora.