por Susana Paz
Ciudad Universitaria. CDMX. 3 de noviembre de 2023.- En una celebración que reunió a miles de visitantes el 1 y 2 de noviembre en la Megaofrenda 2023 que se realizó en el estacionamiento del Estadio Olímpico Universitario como parte del XXVI Festival Universitario del Día de Muertos, se buscó no sólo honrar a los que ya partieron, sino resaltar la contribución de las mujeres en diversos campos del conocimiento y la creatividad.
En un esfuerzo para mantener viva la tradición cultural de México, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en conjunto con la Secretaría de Prevención, Atención y Seguridad Universitaria (SPASU) y la Dirección General de Atención a la Comunidad (DGACO), organizaron la Megaofrenda 2023 bajo el lema “Mujeres en las ciencias, humanidades y artes”, en una celebración que honró la memoria y el legado de mujeres destacadas en estas áreas.
La Facultad de Ciencias (FC) participó en esta celebración con una ofrenda dedicada a seis científicas que, en sus diversas disciplinas, contribuyeron de manera significativa al desarrollo de sus áreas y abrieron una brecha en México para que más mujeres pudieran dedicarse a la ciencia: Graciela Salicrup López, Montserrat Gispert Cruells, Silvia de Neymet Urbina, Helia Bravo Hollis, París Pishmish y Manuela Garín Pinillos.
María Angélica Macías Oliva, responsable de la coordinación de la ofrenda de la FC, explicó que este año se realizaron 44 ofrendas en las que participaron las facultades y escuelas del sistema incorporado de la UNAM, para conformar la magna exposición de la que dijo, es la primera que se hace con una perspectiva de género de manera más puntual, lo que la hizo muy enriquecedora.
“En nuestro caso quisimos enfocarnos en las mujeres y la ciencia en México. Representamos únicamente a seis personajes, por cuestión de tiempo. Las elegimos a ellas porque generalmente cuando pensamos en mujeres científicas pensamos en personas de otros países y nacionalidades, como Marie Curie. Lo que queríamos era reflejar que también hay mujeres en México que han abierto brecha para poder dar cabida a que más mujeres puedan interesarse en la ciencia”.
Explicó que varias de las mujeres a las que se rindió homenaje vivieron en épocas complicadas en las que, por cuestiones de género, la mujer era delegada a la casa, al trabajo del hogar, y muy pocas tuvieron oportunidad de estudiar ya no una carrera científica sino cualquier otra carrera.
“Creemos que era importante destacar la labor de todas ellas, como por ejemplo Helia Bravo, que nació en 1901, pensar en que hizo investigación en esos años y logró grandes estudios y aportaciones sobre cactáceas, participó en la creación del Jardín Botánico de la UNAM, todo eso es lo que queríamos reflejar para que la gente conozca estas historias. Que sean una fuente de inspiración para que niñas y jóvenes que ahora están estudiando, decirles que hay mucho terreno por explorar y que fueron ellas las que abrieron camino para que muchas más mujeres pudieran estudiar carreras científicas”.
Sobre el recibimiento que vieron en los miles de visitantes que acudieron los dos días de exposición, expresa que es una parte muy interesante y que la emociona mucho.
“Es muy gratificante que la gente se acerque, vea y lea las semblanzas de estas científicas. La idea de la ofrenda fue representar a estas investigadoras a partir de las cosas que ellas estudiaban. Por ejemplo, París Pishmish fue astrónoma y la colocamos con una falda con planetas y un telescopio, a Elia Bravo le hicimos una falda en forma de biznaga. Pensamos este tipo de elementos para que el público pudiera identificar las áreas en que trabajaban”.
Y es que afirma que algo valioso fue que los visitantes, los cuales en su mayoría fueron un público que no tienen que ver con la ciencia, se fueron con datos e información valiosa de todas las ofrendas, no sólo con la de Ciencias, porque en todas se brindaron datos sobre los personajes que estaban representando.
“Eso fue algo interesante porque no solo fue ir a ver las ofrendas, si no llevarse un poco de información sobre toda la diversidad de personajes que se homenajearon. Creo que es importante resaltar que es la primera ofrenda que se hace con perspectiva de género, si bien se han dedicado ofrendas a diversas mujeres, en esta fue más abierto de hablar de más mujeres de diferentes áreas de la vida social y cultural (...) Les hago una extensa invitación a que participen en las siguientes ediciones porque son experiencias muy enriquecedoras, el trabajo colectivo con los estudiantes es muy valioso, conoces muchas maneras de pensar, de solucionar cosas, las ofrendas representan una forma de integrar e ir generando comunidad”, expresó Angélica Macías.
Este lunes y martes las seis científicas se integrarán a la ofrenda dedicada a Leonila Vázquez García, quien fue una bióloga mexicana especialista en insectos que dedicó gran parte de sus estudios a entender la biología de la grana cochinilla, en la ofrenda instalada en el vestíbulo del edificio Amoxcalli de la Facultad de Ciencias.
Matemática y arquitecta mexicana, fue investigadora pionera en la rama de topología categórica en las décadas de 1970 y 1980. Se graduó como arquitecta en la UNAM en 1959, en los años posteriores trabajó con la antropóloga Laurette Séjourné en la zona arqueológica de Teotihuacán, haciendo levantamientos y planos, así como dirigiendo algunas de las excavaciones en partes importantes de la zona arqueológica.
En 1964 ingresó a la carrera de matemáticas en la Facultad de Ciencias de la UNAM, cinco años después se tituló con la tesis Subgrupo de Jian-Bo-Ju. Después de esto hizo investigaciones con el doctor Roberto Vázquez, haciendo aportaciones a la topología categórica.
En el año de 1982 sufrió un trágico accidente y murió el 29 de junio del mismo año. Su desarrollo como investigadora lo realizó en el Instituto de Matemáticas de la UNAM, al que ingresó desde el año de 1970. En este instituto se encuentra un salón de seminarios que lleva su nombre.
Nacida en la ciudad de Barcelona, en Cataluña. Llegó a México en 1941 con siete años de edad. Estudió Biología en la Facultad de Ciencias de la UNAM donde además fue profesora y formó numerosas generaciones de biólogos en la Botánica y la Etnobotánica.
En Ciencias fundó el Laboratorio de Plantas Vasculares y más adelante el Laboratorio de Etnobotánica.
Realizó una estancia en el Museo Nacional de Historia Natural en París, donde trabajó con Jacques Barrau, uno de los fundadores de la Etnobotánica como disciplina científica.
Implantó metodologías de campo. Estableció proyectos y colaboraciones con académicos del Jardín Botánico de la Habana, el Departamento de Historia de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Córdoba. Fue también impulsora y colaboradora de la fundación del Museo de Etnobotánica del Jardín Botánico de Córdoba.
Formó parte de la primera generación de estudiantes de posgrado del Cinvestav y fue la primera mexicana doctorada en Matemáticas en México. Dedicada al estudio de la topología, fue la primera mujer contratada como profesora de tiempo completo en la Facultad de Ciencias de la UNAM. Formó a numerosas generaciones de físicos y matemáticos tanto en la UNAM como en el Instituto Politécnico Nacional.
Nacida en 1901, es quizás una de las científicas más longevas que hemos tenido. En 1924, la UNAM abrió la carrera de biología e inmediatamente ella se inscribió, llegando a ser la primera bióloga titulada de todo el país. Durante su maestría en Ciencias Biológicas se enfocó en el estudio de los cactus de la región de Tehuacán-Cuicatlán en Puebla y Oaxaca.
Además de dar clases de botánica en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN y en la Facultad de Ciencias de la UNAM, fue investigadora del Instituto de Biología de la UNAM. Participó en la creación de la Sociedad Mexicana de Cactología y en la creación del Jardín Botánico de la UNAM. Falleció en el año 2001, después de 100 años de una vida investigando su pasión: los cactus.
Nacida en Turquía y de origen armenio, en 1937 obtuvo su doctorado en matemáticas con una tesis sobre la rotación de nuestra galaxia. Trabajó como ayudante en el observatorio de la Universidad de Estambul.
En 1942 se casó con un joven astrónomo mexicano y se trasladó a México, donde trabajó en el recién inaugurado Observatorio Astrofísico de Tonantzintla, en Puebla. Fue la primera persona con formación profesional en astronomía que tuvo México y quien empezó a dar las primeras clases formales de astronomía en nuestro país. Gran parte de los investigadores del Instituto de Astronomía de la UNAM así como famosos científicos a nivel mundial fueron sus alumnos. Su interés por nuevos retos y desarrollos técnicos pioneros, la convirtió en un modelo a seguir por sus colegas.
Estudió matemáticas en la UNAM en 1937, junto con Enriqueta González Baz y Félix Recillas, siendo la primera generación que siguió un plan de estudios estructurado y seriado. Fue pionera de la matemática en México y una de las dos primeras egresadas de esa carrera. Tuvo una importante participación para la creación de la carrera de matemáticas en la Universidad de Yucatán ya que preparó a sus profesores de ingeniería para poder abrirla. También fue artífice en la formación de la Escuela de Altos Estudios de Sonora. Falleció en 2019 a la edad de 105 años.