- Vivimos en un mundo de desarrollo asimétrico y de acceso desigual al conocimiento: Ana María Cetto Kramis
por María Guadalupe Lugo García
Ciudad Universitaria, CDMX. Dic 2, 2024.- Bajo el título Legado Científico, Patrimonio de los Pueblos, se realizó el II Simposio Internacional de la Cátedra UNESCO en Diplomacia y Patrimonio de la Ciencia, desarrollado en el Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB) en colaboración con la Facultad de Ciencias (FC), ambos de la UNAM, y de la Universidad de Sharjah, de los Emiratos Árabes Unidos.
En la ceremonia inaugural del encuentro académico, presidido por el embajador de los Emiratos Árabes Unidos en México, Salem Alowais, la directora del IIB, María Andrea Giovine Yáñez, destacó que en el Instituto “encontrarán la veta del conocimiento inédito para entender a México a través de su patrimonio científico, tanto el propio como aquel que mediante diplomacia científica llegó de otras latitudes”.
Ejemplo de ello es “la existencia de manuscritos árabes del siglo XVIII en nuestros acervos, evidencia de que el conocimiento no conoció ni reconoció fronteras y encontró las formas de cruzarlas a través de rutas que todavía estamos en proceso de entender como parte de aquello que llamamos cultura”.
En el Auditorio José María Vigil de la Biblioteca Nacional, expuso que el IIB coincide plenamente con la Cátedra UNESCO en la visión crítica de la diplomacia de la ciencia desde los países del sur mediante la valoración de sus epistemologías e identidades. “No olvidemos que la diplomacia forja, y forjada sobre los valores de la ciencia es, precisamente, la creadora de la dupla ciencia-sociedad, a partir de las grandes encrucijadas de la historia”.
Dijo que, ante un universo tan vasto, celebramos que este Segundo Simposio Internacional de la Cátedra UNESCO presenta resultados inéditos de investigación como parte de las colaboraciones realizadas con el personal de la Biblioteca Nacional, “como el posible descubrimiento del libro de microscopía más antiguo de las Américas”.
Asimismo, mencionó que a partir de una sinergia natural entre la Cátedra y la Biblioteca, “trabajamos con la Universidad de Sharjah y la FC en el diseño de programas conjuntos de posgrado alrededor de la diplomacia y el patrimonio de la ciencia”.
Por su parte, Ana María Cetto Kramis, titular de la Cátedra UNESCO de Diplomacia y Patrimonio de la Ciencia de la UNAM, señaló que “somos conscientes de que vivimos en un mundo de desarrollo asimétrico y de acceso desigual a la ciencia, y hacemos un esfuerzo por cambiar ese panorama”.
Expuso, además, que durante cinco siglos la transferencia de conocimientos tradicionalmente dominantes de norte a sur ha moldeado una visión hegemónica de la producción del saber y, en gran medida, ha borrado de los anales de la ciencia nuestra identidad como pensadores, inventores y filósofos, pero nuestro pasado sigue ahí.
Por tanto, prosiguió, nuestro interés común radica en construir una visión contemporánea e informada de la historia de la ciencia llamando a la diplomacia científica a unirse y a apoyarnos en este esfuerzo, en el que el pensamiento crítico, constructivo y el trabajo académico son claves.
Planteó que, con instituciones científicas y humanísticas tan bien desarrolladas, “verdaderos reservorios de sabiduría y crisoles de conocimiento, como la UNAM y la Universidad de Sharjah, tenemos la madurez para idear nuestras propias iniciativas, compartirlas y llevarlas adelante con éxito”, algo que han demostrado al mundo.
Víctor Velázquez, Ana María Cetto, Salem Alowais, María Andrea Giovine y Mesut Idriz.
A su vez, el director de la Facultad de Ciencias de la UNAM, Víctor Manuel Velázquez, señaló que a dos años de haberse suscrito en la UNAM la Cátedra UNESCO, es hoy un proyecto consolidado, activo y vigente. Ésta tiene la necesidad de proveer una visión crítica sobre la relación entre la ciencia y las relaciones internacionales. “Son temas que se discuten poco, pero a los cuales no podemos ser ajenos”.
Dijo que el papel del científico en la sociedad debe orientarse a los más altos valores éticos, sobre todo, si desde la ciencia se puede contribuir a la solución de problemas humanitarios como el cambio climático, la salud y educación.
Recordó que como parte de la Cátedra, hace dos semestres en la FC se estableció el curso transversal Introducción Crítica a la Diplomacia de la Ciencia, impartido por los profesores de la Facultad, Ana María Cetto, Yudy Liliana Tibaduiza Roa y Parsifal Fidelio Islas Morales, una actividad académica pionera en Latinoamérica, “porque rompe las barreras de acceso a la formación en diplomacia de la ciencia, espacio históricamente reservado a las élites desde las academias diplomáticas”, y que por primera vez se ofrece de manera gratuita en una universidad pública.