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CIENCIAS
AYUDA

Espora Psicológica, salud mental para universitarios

por Susana Paz

Ciudad Universitaria, CDMX. 3 de diciembre de 2019.- Depresión y ansiedad, con los efectos y consecuencias que conllevan, son las dos principales causas por las que acuden los pacientes de Espora Psicológica, programa de apoyo profesional y gratuito que se otorga a la comunidad estudiantil de la Facultad de Ciencias.

Los trastornos psicológicos en los estudiantes universitarios son frecuentes y, por lo general, poco atendidos; se asocian con bajo rendimiento y deserción escolar, pero pueden ser prevenidos y tratados, evitando desenlaces negativos.

Para la doctora Bertha Blum Grynberg, psicoanalista, psicoterapeuta, profesora de la Facultad de Psicología, UNAM, coordinadora y promotora —junto con el doctor Vicente Zarco Torres— del programa Espora Psicológica, la salud mental es la posibilidad de que la gente reconozca la importancia de los afectos, las emociones y los aspectos psicológicos o psíquicos en sus vidas para poderlos atender cuando generan malestar.

“Al atenderlos y sentirse mejor los sujetos van a poder responder más a sus metas y objetivos para lograr un mayor bienestar. La salud mental es ese estado de bienestar subjetivo diferente, en general, de una persona a otra”.

En entrevista, la doctora Blum explica las características, orígenes, logros y principales desafíos a los que se enfrenta el programa Espora Psicológica, que tuvo su origen hace nueve años, cuando la entonces directora de la Facultad de Ciencias, Rosaura Ruiz, y la secretaria general —la actual directora—, Catalina Stern, se pusieron en contacto con ella por ser la responsable académica de la maestría en psicología con residencia en psicoterapia para adolescentes de la Facultad de Psicología.

Las autoridades manifestaron su preocupación por la baja eficiencia terminal y el estado emocional de diferentes grupos de alumnos, lo que dio origen al programa Espacio de Orientación y Atención Psicológica (Espora Psicológica).

“Las autoridades detectaron que se habían agudizado los problemas psicológicos visibles de estudiantes de la facultad que, aunque siempre existieron, iban en aumento. También presentaron preocupación por el rezago académico y la baja eficiencia terminal del alumnado. Inmediatamente invité al doctor Vicente Zarco, con quien siempre hago equipo, a organizar y poner en práctica el programa Espora Psicológica con el fin de disminuir el malestar psicológico y poder reducir el bajo rendimiento académico, situaciones que pensamos estaban relacionadas”.

La doctora Blum consideró que podían responder adecuadamente a las demandas de la institución y además les parecía excelente ofrecer este tipo de servicio a la comunidad universitaria.

Como especialistas en adolescentes, sabían también que se trataba de problemas psíquicos que trascendían el ámbito universitario. La población más vulnerable en términos de suicidios, intentos suicidas y suicidios consumados—dice la especialista— es la población entre 15 y 29 años.

“Entonces ahí coincidió nuestro interés y trabajo, con el interés y la sensibilidad de las autoridades. En otras facultades se presenta lo mismo, pero no se aprecia ese grado de sensibilidad y compromiso”.

“Las autoridades detectaron que se habían agudizado los problemas psicológicos visibles de estudiantes de la facultad que, aunque siempre existieron, iban en aumento. También presentaron preocupación por el rezago académico y la baja eficiencia terminal del alumnado.”

- Dra. Bertha Blum

Primeros acercamientos

El programa Espora parte del supuesto teórico de que la atención psicoterapéutica disminuye los conflictos que provocan sufrimiento y malestares psíquicos e interfieren, a su vez, en el desempeño académico y en otras áreas de la vida de los jóvenes.

“De entrada nos pusimos a elaborar el programa, comenzando con un diagnóstico institucional. Fuimos a ver, en calidad de observadores, algunas clases para conocer alumnos y dinámicas. Así nos fuimos acercando y pensando las características de la población de Ciencias”.

Inicialmente, los especialistas consideraron el prestigio que tiene la institución. “Los estudiantes de secundarias y prepas suelen dividirse entre los inteligentes y los no tan inteligentes. Los inteligentes son los buenos en matemáticas y física, los que eligen las ciencias duras. Primer supuesto sobre la población, nivel de exigencia y todo lo que implicaba entrar a la Facultad de Ciencias”.

Luego, afirma, vieron los planes de estudios y corroboraron estos niveles de exigencia. En esta fase exploratoria, discutieron e invitaron a algunos de los egresados de la maestría con especialidad en adolescentes para que trabajaran en el proyecto.

“Así nos fuimos integrando como grupo. Leímos publicaciones sobre población universitaria y la salud mental en distintas universidades. Encontramos coincidencias entre nuestros supuestos, lo que nos referían las autoridades y los hallazgos de la literatura consultada”.

¿Cómo es la población de Ciencias?

Coincidiendo con sus observaciones e hipótesis, encontraron que los alumnos que llegan a Ciencias son los considerados “muy inteligentes”, que se han destacado mucho en los anteriores niveles escolares.

“¿Qué les pasa cuando entran acá? Se encuentran con otros `muy inteligentes´, hay muchos más geniecitos juntos y eso, ya pesa. Y pesa el estar en Ciencias en la UNAM. Todo eso constituye uno de los puntos de partida, como un posible panorama muy general y básico”.

Sus conocimientos de psicoanálisis les ayudaron e hicieron plantearse preguntas tales como ¿por qué a uno les afecta más que otros? En ese punto es cuando empiezan a jugar las historias personales, la estructura de personalidad y el contexto.

“Debemos tomar en cuenta qué pasó con sus vidas, por qué este logro puede convertirse en una hazaña más importante en donde se juegan todo y si no resulta tan exitosa como esperan, a manera de ejemplo, sobreviene una depresión. Depende de las personalidades y los contextos de los cuales procedan. A lo mejor es el primer universitario de la familia, te das cuenta el orgullo y la carga. O viene de padres y abuelos universitarios, entonces tiene que hacerlo mejor. Te estoy hablando ya de diferencias personales”.

También se considera el contexto socioeconómico. “Viajar tres horas para llegar a la escuela no es lo mismo que 40 minutos. Entonces todo eso nos permitió ir armando el programa, hacer hipótesis, supuestos, para luego corroborarlos o no, pero saber a dónde estábamos entrando con estas hipótesis, teorías y evidencias empíricas previas”.

¿Cómo trabajan en Espora?

Para la doctora Blum, fueron la experiencia y la reflexión los elementos principales que les permitieron ir afinando el programa. En este sentido, es relevante señalar que todos los integrantes de Espora tienen una formación, experiencia psicoterapéutica y camiseta UNAM.

“Empezamos desde nuestra concepción psicoanalítica que plantea que pensamientos y conductas, conscientes e inconscientes, tienen diferentes sentidos, tanto las llamadas normales, saludables y patológicas. De acuerdo con los antecedentes y estructura de personalidad de los sujetos, mismas que se resignifican con los procesos, acontecimientos y coyunturas posteriores”.

Diseñaron así el programa de psicoterapia breve focalizada de orientación psicoanalítica, basándose en diferentes experiencias y antecedentes, pero adaptándolo a las necesidades y posibilidades de la institución.

De esta forma, la psicoterapia breve es de duración limitada y focalizada por la estrategia empleada. La focalización toma como eje el motivo de consulta, por qué demanda asistencia el sujeto, qué es lo que le hace sufrir y quiere solucionar, puede ser que después se detecten otros motivos importantes asociados con el inicial.

“Entonces delimitamos ese foco, acordamos con el paciente que vamos a centrarnos en ese problema. Centrarnos consiste en analizar e interpretar lo actual en relación con el pasado y también con el futuro. Analizamos las ansiedades, emociones, mecanismos de defensa, pensamientos, reacciones, lo patológico y lo sano del paciente. Qué lo aqueja, qué le crea conflictos y qué recursos tiene para enfrentarlos. Recursos personales y también contextuales, familiares, institucionales, sociales. Ese es nuestro foco y cómo trabajamos”.

El programa consta de 14 sesiones, dos de las cuales son entrevistas de diagnóstico. No obstante, dice la doctora Blum, no todos los estudiantes o pacientes que demandan la atención pueden ser beneficiados con el solo programa. El diagnóstico sirve para saber —de acuerdo con el tipo de patología y recursos—, si se va a poder beneficiar con el mismo o si requiere además acompañamiento psiquiátrico o de algún otro tipo. Es decir, una intervención mixta o interdisciplinaria.

En otros casos, Espora puede ser únicamente un programa de acompañamiento, en el que se apoya al estudiante hasta que reciba la atención indicada (de acuerdo con el diagnostico). Por ejemplo, de inicio sólo la psiquiátrica y cuando están seguros de que la recibe, terminan su intervención.

Disponen también de otras estrategias, si el paciente no necesita la atención psiquiátrica pero presenta una problemática muy difícil que, de acuerdo con una evaluación inicial no va a poder ser beneficiado con el modelo Espora (de 12 sesiones), lo derivan a una red psicoterapéutica externa, integrada en buena parte por los egresados de la UNAM, “que tienen la camiseta UNAM y los honorarios UNAM, o sea bajos, que se adaptan a las posibilidades del paciente. De entrada lo canalizamos pero hasta que no comience el tratamiento con el psicoterapeuta de la red continúa en Espora pero ya en calidad de contención- acompañamiento”.

En caso de que el paciente termine las 14 sesiones y decida continuar el proceso terapéutico entonces lo refieren a la red.

El programa consta de 14 sesiones, dos de las cuales son entrevistas de diagnóstico.

Principales motivos de consulta

Depresión y ansiedad, afirma la doctora Blum, son las dos principales causas por las que acuden los alumnos de la Facultad de Ciencias, con los efectos y afectaciones que estas patologías provocan. 

“Una persona deprimida es una persona que tiene la energía volcada sobre sí misma y sobre su problemática. Si está en estas condiciones, desganada, triste, muchas veces mal dormida por el insomnio, o al contrario demasiado dormida, no tiene interés —aunque quiera—, de estudiar, lo cual afecta, sin lugar a dudas, su rendimiento académico”. 

La doctora explica que, por ejemplo, algunos estudiantes refieren como consulto su mal rendimiento académico, entonces, si utilizaran otro modelo de psicoterapia, se limitarían a tratarlo en forma hilada, pero con el enfoque empleado se tratan de entender las causas de ese mal rendimiento y, en la mayoría de los casos, la depresión y ansiedad se asocian con sus orígenes. Este hecho no impide que en ciertas circunstancias se recomiende también un apoyo académico. 

“Un estudiante puede tener ideales tan elevados que todo lo que haga u obtiene le parece poco, no suficiente y se culpa o desvaloriza por ello, lo que desgasta sus recursos adaptativos. O bien personas muy ansiosas; quien está muy ansioso no se puede concentrar, ni en su vida, ni en sus cosas, ni en el estudio y además se siente muy mal. Entonces tratamos de discriminar si es una ansiedad de tipo neurótico, psicótico, si va a necesitar medicación junto con nuestro trabajo psicoterapéutico. Estos son algunos ejemplos de la concepción y práctica de Espora”.

La depresión, explica la doctora, desencadena en general muchas afectaciones que, si no se atienden, se convierten en graves y complicadas. Se han presentado casos de ideación suicida persistente e intentos de suicidio, los cuales son casos graves. Por ello resulta importante el diagnostico, la red de apoyo y el acompañamiento psiquiátrico. 

“Cuando vemos o escuchamos ideación suicida le damos una importancia primordial. Nosotros trabajamos con absoluta confidencialidad, con una sola excepción verbalizada en el encuadre de inicio y aceptada como condición indispensable, que si está en situación de riesgo entonces sí vamos a acudir a su familia, y en algún caso, muy especial, a las autoridades. Entonces ya no trabajamos solo con el paciente, sino que incluimos a alguien responsable de la red familiar para que intervenga. Tomamos todas la precauciones terapéuticas y la prevención posible”. 

También asisten a Espora pacientes por problemas familiares, violencia o dificultades para separarse de la familia. Porque el estudiante está en una época de transición. O bien, por violencia en el noviazgo. 

“Si existe violencia tenemos que profundizar en sus causas y pensar también en los recursos que nos puede brindar los programas de equidad de género y asesoría legal”. 

En Espora el trabajo se realiza con una concepción interdisciplinaria, donde interviene la parte terapéutica, clínica, el enfoque de género y también el ámbito legal. 

Para recibir el servicio, es absolutamente necesario que el alumno llegue de forma directa a pedir la cita aunque los envíe la directora o el profesor. “Es básica la demanda del interesado, porque es un trabajo que implica sufrimiento, compromiso, logros, y el deseo —por lo menos manifiesto— de cambiar”. 

Otro aspecto relevante es que al programa llega un número mayor de mujeres que hombres. “Tiene mucho que ver con lo que conocemos como depresiones silenciosas porque, desde una perspectiva de género, los hombres no lloran. Esas depresiones silenciosas suelen emerger como síntomas somáticos, alcoholismo, se visibiliza por las afectaciones. Lo emocional está reprimido, y en eso tenemos que trabajar mucho”.

Números y logros

Hasta principios de 2019 el programa Espora Psicológica ha recibido dos mil 278 solicitudes, de las cuales atendieron  mil 304 y otro tanto quedó en lista de espera. 

“Nos rebasa la demanda. En este momento tenemos seis terapeutas para toda la facultad. Tenemos un alto índice de herencia terapéutica, es decir, de finalización del tratamiento; un total de 907 pacientes han finalizado el mismo. Los demás han sido canalizados o bien han abandonado el proceso”. 

En 2017 el equipo de Espora presentó en un congreso internacional un estudio en el que compararon a los alumnos que recibieron la atención terapéutica, con aquellos que están en lista de espera. 

“Pensamos que son grupos bastantes semejantes, porque los dos aceptan tener problemas psicológicos. Queríamos ver cómo este tratamiento incide o no en su rendimiento académico, y nos sirvió el grupo que estaba esperando como grupo testigo”. 

Los resultados fueron concluyentes. Tuvieron mucho mejor rendimiento académico los que recibieron la atención psicoterapéutica, en términos de calificaciones, en términos de materias inscritas y aprobadas. 

“Entonces vimos cómo incide realmente la problemática psicológica, psíquica, en el rendimiento académico. Este estudio es muy interesante. Formó parte del Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica (PAPIIT) y lo llevamos a un congreso internacional de educación y psicología”. 

Además de ese estudio, en el programa se cuenta con cuestionarios de autoevaluación de ingreso y egreso, que miden los diferentes ítems del problema y afectaciones con los que llegaron. En estos cuestionarios, un 75 por ciento de los pacientes dijo estar mejor en los diferentes ítems, indicando que después del proceso terapéutico han sentido mejoría o cambios positivos. 

En el caso de los pacientes que ya estuvieron en proceso y que, por alguna razón regresan, aunque saben que no pueden acceder a un nuevo tratamiento en Espora también saben que van a obtener algún tipo de apoyo, en términos de contención-canalización. 

“Lo ven ya como un espacio de ayuda. Siempre atendemos a quien llegue en crisis y evaluamos su situación”. 

Principales retos o desafíos

Para la doctora Blum restan diversos puntos que se deben seguir fortaleciendo en el programa. “Necesitamos que este se amplíe en la facultad. No es posible que tengamos una lista de espera tan larga; porque así no prestamos la atención adecuada. Deseamos que este programa se extienda en la universidad y que se transforme en un programa institucional. El problema, como bien sabemos, son los presupuestos”. 

Otro reto es consolidar el enfoque interdisciplinario que permita trabajar en conjunto con otras instancias. “Poder hacer un grupo interdisciplinario con el área de psiquiatría, de medicina, de nutrición, de derecho. Utilizar todos los recursos que tenemos en esta universidad, este capital social latente que no lo estamos utilizando”.

Un aspecto relevante es la prevención. Enfatizar la prevención primaria en el área institucional como aspecto urgente y necesario. Quizá de esta manera se logre disminuir la secundaria (cuando la problemática ya se ha presentado) con la que estamos trabajando. Encontrar estrategias de difusión adecuadas para promover esta prevención”. 

Para la doctora Blum, la demanda en el servicio de Espora Psicológica ha cambiado con el paso del tiempo. “Se ha transformado enormemente, no solo las autoridades están sensibilizadas, los maestros, los tutores y los alumnos también. Aunque es cierto que la demanda nos rebasa por mucho, es importante constatar cómo los estudiantes quieren y perciben a Espora como un espacio de ayuda. Llevan a la novia, al amigo, lo presentan y nosotros les respondemos. Ha cambiado la cultura de cuidar la salud mental y estamos en el camino de seguirla fortaleciendo”.

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