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Gana proyecto Macti el Concurso InnovaUNAM

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Gana proyecto Macti el Concurso InnovaUNAM

por Susana Paz

Ciudad Universitaria. 27 de septiembre de 2021.- El proyecto Macti: Modelación Computacional y Enseñanza en el que colaboran académicos del Instituto de Geofísica, Instituto de Ciencias Nucleares y Facultad de Ciencias fue premiado, junto con otros tres proyectos, en el Concurso InnovaUNAM para la Enseñanza y el Aprendizaje de Contenidos Curriculares Prácticos en Ciencias y Humanidades a Distancia. 

En una ceremonia virtual fueron galardonados los proyectos que destacaron por ser las propuestas tecnológicas más novedosas para impartir contenidos curriculares prácticos, tanto en el bachillerato como en licenciatura. En la convocatoria se presentaron 60 propuestas de las cuales se seleccionaron 14 para ser preparadas con el apoyo de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación; la Coordinación de Universidad Abierta, Innovación Educativa y Educación a Distancia y por la Coordinación de Vinculación y Transferencia Tecnológica.

De ellas, expertos eligieron las cuatro que consideraron más prometedoras: Macti: Modelación Computacional y Enseñanza; Electronic Structure for Students, Atlas Anatómico 3D con Realidad Virtual para la Enseñanza-Aprendizaje de la Anatomía Humana y Diagnóstico Médicousando imágenes de Tomografía Computarizada, y Enseñanza de la Farmacología Experimental en Línea sin Uso de Animales.

El rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, afirmó que el Concurso InnovaUNAM muestra la importancia de la colaboración entre la juventud y la experiencia para diseñar modelos educativos que beneficien a la Universidad y a la sociedad. 

Los proyectos ganadores fueron realizados por cuatro alumnos, siete técnicos académicos de facultades e institutos, una investigadora, cinco profesores y dos exalumnos. Los desarrollos podrán utilizarse gratuitamente por la UNAM, independientemente de su propiedad intelectual.

Macti, un recurso para todos

Macti: Modelación Computacional y Enseñanza es un proyecto que surgió en 2019 como iniciativa del doctor Luis Miguel de la Cruz Salas, del Instituto de Geofísica, en colaboración con Miguel Ángel Pérez León, de la Facultad de Ciencias; Eduardo Murrieta y Luciano Díaz, del Instituto de Ciencias Nucleares. 

Se trata de una plataforma que, a través de cuadernos interactivos conocidos como Jupyter Notebooks, permite a los estudiantes hacer prácticas y simulaciones computacionales. Además de ofrecer materiales didácticos para la enseñanza de diversos temas de Cálculo, Álgebra Lineal, Análisis Numérico y Ecuaciones Diferenciales. Los materiales se pueden consultar directamente en línea, mediante Google Colab, o también se puede obtener una copia de los mismos en formato de Notebooks para Jupyter. El sitio puede ser usado libremente, tanto por profesores como por estudiantes que requieran complementar sus cursos y conocimientos. 

El proyecto inició en 2019 con el objetivo de innovar en la educación y recibieron el apoyo del Programa UNAM-DGAPA-PAPIME. 

“Una de las cosas que nos preguntamos es por qué algunos de los alumnos que incorporamos a nuestros proyectos no llegan con todas las habilidades que requerimos.  Nos dimos entonces a la tarea de entrevistar a estudiantes y profesores para saber qué es lo que sucedía y encontramos que las materias del tronco común que se catalogan como teóricas, generalmente no tienen mucha práctica y eso hace que se les considere como aburridas y que piensen que no sirven para nada”, expresó Luis Miguel de la Cruz. 

De ese diagnóstico buscaron configurar un proyecto que fuera atractivo, por lo que contaron con la colaboración de estudiantes de la Facultad de Artes y Diseño quienes les ayudaron a crear gráficos e ilustraciones más interesantes y profesionales. Incluyendo en sus materiales problemas prácticos y de la vida real. 

“Terminamos ese proyecto y hubo buena respuesta. Tenemos un sitio web disponible, y algunos alumnos comentaron que sería mejor que en el mismo sitio web se tuviera lo de un laboratorio de cómputo virtual, sin tener que instalar nada en la computadora. Fue a partir de eso que empezamos a imaginar una nueva faceta del proyecto”. 

Para esta segunda etapa invitaron a los expertos Eduardo Mendieta y Luciano Díaz, del Instituto de Ciencias Nucleares, con el objetivo de crear ahora un laboratorio virtual para atender a todos los estudiantes en materias del tronco común, tanto de la FC, ingenierías y en un futuro alcanzar las FES y las ENES, e incluso llevarlo a otras universidades y al bachillerato. 

Miguel Ángel Pérez, encargado del Laboratorio de Alto rendimiento de la FC, explicó que en la primera fase del proyecto en los cursos que impartía los alumnos se llevaban de dos o tres semanas en el proceso de instalación de estas herramientas para hacer sus prácticas, por lo que muchas veces abandonaban las materias porque no lograban terminar el proceso de crear su entorno de desarrollo. 

“He utilizado estos materiales en mis cursos y he notado buena respuesta. Los alumnos pueden decidir el ritmo, cuándo y cómo lo quieren hacer. Lo pueden ver antes de clase y plantear dudas”, afirma Miguel Ángel Pérez. 

En esta nueva fase en la que están trabajando sólo será necesario conectarse a un navegador web y a través de él se podrá hacer uso de todas las funcionalidades del proyecto. 

Para Eduardo Murrieta, el reto principal de la plataforma es la escalabilidad, pues se está considerando tener cientos o miles de usuarios, probablemente de manera simultánea, lo que no se puede resolver con un único equipo si no que se requiere de un conjunto de servidores que soporten esa cantidad de usuarios. 

“Tenemos que diseñar una plataforma que pueda ser escalable hacia esas cantidades de usuarios y que además sea sencilla para el acceso. En la primera versión se utilizaba la plataforma Google Colab para hacer las simulaciones o tenían que instalarlo en su computadora. La intención ahora es que en una misma plataforma tengan tanto el acceso a los contenidos como a la plataforma de simulación sin tener que hacer ningún tipo de actividad adicional. Nuestro proyecto está encaminado a la tecnología de cómputo en la nube”, explicó Eduardo Murrieta.  

El apoyo recibido por el premio lo destinarán a la contratación de recursos humanos para continuar con el proyecto. También les han propuesto hacerlo llegar a más instituciones, carreras y niveles educativos, lo que sería el siguiente paso además de encaminarse a desarrollar un modelo de negocio que haga autosustentable el proyecto. 

EQUIPO MACTI

Dr. Luis Miguel de la Cruz Salas

Estudió Física en la FC, maestría y doctorado en Ciencias de la Computación. Se ha dedicado al área de visualización científica y simulaciones para la investigación. Es académico desde más de 10 años en el Instituto de Geofísica y ha colaborado en proyectos de simulación de flujos subterráneos, hidrocarburos y contaminación de agua. Fue en el desarrollo de proyectos para Pemex en donde se dio cuenta que era necesario hacer algo con los estudiantes de licenciatura y de posgrado que llegaban con algunas lagunas académicas. 

“Este premio significa, hasta ahora, lo mejor que me ha pasado en el ámbito académico. Es también una manera de retribuir a la universidad todo lo que nos da; espero que sea de utilidad para las futuras generaciones”. 

Miguel Angel Pérez

Estudió Ciencias de la Computación en FC y la maestría en ingeniería y ciencias de la computación con la especialidad de cómputo científico, en el IIMAS. Es encargado del Laboratorio de Alto Rendimiento de la FC. 

“Me gustaría agradecer a los organizadores esta oportunidad que nos dan y también  a todos los alumnos de servicio social que han estado con nosotros, de la Facultad de Diseño y Artes Plásticas, la Facultad de Ingeniería, la FES Aragón y la Facultad de Ciencias; su trabajo es y ha sido muy importante”. 

Eduardo Murrieta

Con 25 años de trabajo en ingeniería, estudió física en la FC e ingeniería en computación. Trabaja en el Instituto de Ciencias Nucleares como responsable del área de almacenamiento de datos más grande que tiene la universidad y que maneja 7 petabytes. 

“Toda esta experiencia nos permite que participemos en proyectos como Macti para, de alguna manera, retribuir esos conocimientos y la experiencia a los estudiantes. Es muy gratificante saber que, en algún momento, se podría extender este proyecto a estudiantes de bachillerato y otras escuelas”.